Fotografía: Paul Mannix
Durante cuatro días la capital del archipiélago atlántico se convierte en un suntuoso espectáculo visual y olfativo. Este año, además de asociarse a las conmemoraciones del Año Internacional de la Biodiversidad, el festival cuenta con un sentimiento todavía más especial por parte de sus habitantes y visitantes, pues esta fecha va a marcar el florecimiento del archipiélago tras la tormenta sufrida el pasado 20 de febrero.
Las celebraciones comienzan el jueves 15 de abril con la espectacular apertura del Mercado de las Flores ubicado en la Avenida Arriaga, la Exposición de las Flores en el Largo da Restauraçao y la apertura al público de las hermosas alfombras florales que decoran durante estos días todas las calles de Funchal.
De entre los numerosos actos, destaca el desfile infantil, en la que cientos de niños de la isla participan en la creación del Muro de la Esperanza, una pared floral en la que los pequeños van colocando flores con mensajes. Éste está ubicado en la Plaza del Municipio y finaliza con la liberación de cientos de palomas.
Fotografía: /kallu
El festival llega a su fin el domingo 18 de abril por la tarde con el Gran Desfile de la Flor, otro deslumbrante evento en el que participan miles de figurantes, llenando las principales calles de Funchal de música y color. Se trata de un desfile de carrozas alegóricas decoradas con flores que recorren las calles de Funchal dejando un embriagador perfume a su paso.
Además del festival, la isla contiene un rincón virgen cuyo elemento principal es el Bosque de Laurisilva, clasificado por la UNESCO como Patrimonio Mundial Natural. Uno de los pocos que conserva la pureza desde hace millones de años.
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