Después de atravesar unos bosques que tienen una exótica y variada flora y fauna, algún puente colgante y disfrutar de la vista de algunas cascadas, entre árboles tropicales que miden de 40 a 50 metros de alto, descubierta por un guanero no hace muchos años, en 1975, se encuentra la Ciudad Perdida.
Según investigaciones arqueológicas, indican que este poblado fue fundado alrededor del 660 D.C. y abandonado entre los años 1550 y 1600 D.C. En sus alrededores hay también otros 26 poblados.
Las ruinas del gran imperio Tayrona, se caracterizan por la sofisticada integración entre la naturaleza y la ciudad , una maravillosa arquitectura hecha en piedra.
Se trata de un complejo sistema de construcción que comunicaba sus 250 terrazas por medio de caminos empedrados, escaleras y muros intercomunicados Las terrazas se dividían en ocho barrios, en los cuales se encontraban las casas, los centros religiosos y las zonas de almacenamiento de comida.
El éxito de esta clase de construcción se debe a que se evitaba la erosión causada por las lluvias en las pendientes de las laderas, tenían una una red de distribución del agua que permitían un eficaz control de estas. Los indígenas construyeron también unos muros de doce metros de altura que sostenían los múltiples caminos que atravesaban la ciudad.
Según el jefe del parque de Sierra Nevada de Bogotá, La Ciudad Perdida es “un paisaje biodiverso, unas terrazas que no existen en otra parte del mundo, una cultura viva, como son los pueblos indígenas que allí se encuentran, ríos preciosos que nacen en ese sector y una exótica flora y fauna son los encantos de Teyuna.”
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