Visitar esta primavera el valle navarro de Baztan va a tener un atractivo especial. Después de un periodo de remodelación, la casa Puriosenea de Elizondo, un bello edificio de finales del siglo XV y principios del XVI, convertida en museo etnográfico desde 2003, ha vuelto a abrir sus puertas al público. Llamada popularmente casa de los moros, es uno de los edificios más antiguos del casco urbano la localidad.
Su encanto exterior no hace más que anunciar al visitante lo que va a encontrar tras sus muros: una magnífica colección de piezas relacionadas con las formas de vida y de trabajo propios del valle de Baztan ya desaparecidas, de las que apenas queda un recuerdo.
Los enseres y piezas etnográficas que hasta ahora albergaba el Museo se completarán con una muestra permanente de 61 obras del pintor de ascendencia baztanesa, Javier Ciga, de cuya muerte se cumplen cincuenta años.
La obra del pintor pamplonés Javier Ciga (1877-1960) hunde sus raíces en el Romanticismo y en el Realismo. Del primero tomará su amor por la tierra y las gentes que inspiraron su obra; del segundo, su obsesión por plasmar la realidad. Su estilo siempre se mantuvo fiel a la perfección realista y a los valores más clásicos de la pintura.
Aprovechando esta visita resulta obligatorio recorrer el casco antiguo de Elizondo y volver a descubrir su magnífica arquitectura salpicada de casas señoriales y palacios. Entre ellos destacan el palacio barroco de Arizkunenea, el Ayuntamiento, el palacio de Datue, la casa del virrey o la iglesia de Santiago.
Rodeada de un entorno natural idílico, la animación de la capital de Baztan han convertido Elizondo en el lugar idóneo para celebrar las ferias y los mercados de los vecinos del valle.
Más información| Turismo de Navarra