Los paisajes más impactantes del mundo no sólo están formados por bellas zonas vegetadas o formaciones rocosas de magnífica imponencia. Los desiertos son algunos de los sitios más hostiles e impresionantes a la vez, y conforman gran parte del territorio total del mundo.
La zona árida más famosa sobre el globo es el desierto del Sahara, que se impone a lo largo de 9 millones de kilómetros cuadrados y cruza por sobre diez países en el continente africano. Es uno de los más calurosos y el más extenso del mundo.
Otro de los desiertos más importantes está en Sudamérica. En Chile, más precisamente. Se trata del desierto de Atacama, el más árido del mundo. Según datos oficiales, tiene una extensión de 105.000 kilómetros cuadrados y su clima tan particular se debe a que está enmarcado entre la Cordillera de los Andes y el Océano Pacífico, por lo cual las lluvias en dicho sector son casi inexistentes. Estudios han demostrado que se han dado períodos de sequía de más de 300 años.
El continente asiático presenta varios paisajes de tipo árido. El desierto de Gobi, por ejemplo, presenta una topografía rocosa impresionante y es uno de los sectores con temperaturas más extremas.
Por otra parte, en Asia Central, se emplaza el desierto de Taklamakan, uno de los pocos casos donde se mezclan la arena y la nieve, debido a que posee climas muy fríos. Hace algunos años, las temperaturas tan mínimas hicieron que se formara un colchón de nieve de más de cuatro centímetros por sobre la capa árida.
Por último, hay que destacar el Salar de Uyuni en Bolivia, ya que es el desierto de sal geográficamente más largo del mundo. Tiene una extensión de 10.000 kilómetros cuadrados y una reserva salina que ronda aproximadamente los diez billones de toneladas.