A través de postales, del cine y la fotografía, es muy común asociar a los camellos con el continente africano. Si tienes pensado viajar a Marruecos, te contamos un poco acerca del origen de estos particulares animales.
Existe una concepción errónea en el mundo acerca de los camellos. Si bien pertenecen todos a la misma familia, los animales que se pueden ver en tierras marroquíes son dromedarios, y se diferencian de los camellos “tradicionales” por poseer sólo una joroba en lugar de dos.
Es muy difícil encontrar en el norte de África a estos animales en estado silvestre (o salvaje), ya que la mayoría de los dromedarios de la región han sido domesticados por los lugareños. Con el tiempo se le ha hecho fama de agresivo a este tipo de animal cuando en realidad no es así. Son muy pacíficos y pacientes, y el líder de la manada es el único que muestra signos de agresividad, y sólo sucede esto cuando percibe algún peligro que pueda afectar a su grupo.
Si bien durante muchísimos años se utilizaron los camellos y dromedarios como medios de transporte en el desierto debido a su gran resistencia al calor, la arena y a su capacidad de sobrevivir con poca bebida y alimentación, actualmente ya no se los utiliza para viajar.
La utilización de esta clase de animales está prácticamente reservada para el turismo. Los pobladores del norte africano han transformado a los dromedarios en un medio de vida, ya que lo que quieren todos los turistas una vez que llegan hasta allí es subirse al lomo de uno de estos simpáticos “bichos” para dar un tranquilo paseo.
Si piensas vacacionar por el norte de África, no te pierdas la oportunidad de dar una vuelta junto a estos bellos animales, porque es una experiencia de una vez en la vida.