Benicàssim es un pequeño rincón de la Costa Azahar con sólo 6 kilómetros de playa que aguarda al viajero lleno de luz, mar y tranquilidad. Nos espera un clima cálido, playas de arena fina y una buena gastronomía.
La playa más importante de la localidad es Voramar, que posee un Paseo Marítimo muy amplio desde donde se contemplan las casas señoriales de inicios del siglo XX. Un selecto grupo de familias castellonenses y valencianas construyeron en esta bahía lo que se conoce como el Biarritz valenciano, un conjunto de villas de gran diversidad y riqueza arquitectónicas.
Benicássim también conserva vestigios de su historia. Antiguamente, la costa benicense era una de las preferidas por corsarios y berberiscos para sus desembarcos, por lo que se construyó una torre vigía, que todavía se conserva en pie: la torre de Sant Vicent, del siglo XVI.
Aunque hoy día es sobre todo el FIB , la propuesta más multitudinaria del panorama musical de España. Cada mes de julio la ciudad acoge a miles de visitantes atraídos por la música más actual. No es sólo música, hay también teatro, arte, moda, cursos de verano, danza, cortometrajes, mesas redondas, exposiciones… Un lugar perfecto en el que vivir experiencias únicas e irrepetibles.
A escasos kilómetros el Desierto de las Palmas se nos presenta como contraste y como un oasis de retiro. Su nombre deriva del lenguaje monacal, en el que desierto significaba lugar de retiro. Así fue como, en el siglo XVII, la Orden de los carmelitas eligieron este arbolado paraíso para construir su monasterio. Hoy en día, ofrece múltiples posibilidades para el ocio: visitas culturales, senderismo, equitación o rutas en bicicleta.
Más información| FIB, Benicàssim, Benicássm.org, Hotel Termas Marinas, Hotel Canadá