A unos100 kilómetros de Zaragoza, alejados del mundanal estruendo, podemos descubrir los solitarios y magníficos parajes de la Cordillera Ibérica. Una zona pletórica de aguas termales que manan espontáneamente de la roca y que ya los romanos supieron aprovechar. Aquí se encuentran seis de los diez Balnearios de Aragón.
A orillas del río Jiloca, el Hotel-Balneario de Paracuellos situado en la localidad del mismo nombre, mantiene sus puertas abiertas desde hace más de 160 años. Es el Balneario más antiguo de Aragón. Ha sufrido numerosas reformas, la última de ellas, en 2009. Incorpora un circuito termal con 7 terapias termales que incluye piscina termal activa, pediluvios, sauna nebulizada, baño de vapor, piscinas de contraste, templo de duchas y tepidarium.
En la cercana localidad de Alhama de Aragón, el Balneario Termas Pallarés dispone de un lago termal único en Europa, cuyas aguas, a 32ºC, son disfrutables en cualquier momento del año. El enorme caudal que proviene de sus múltiples manantiales hace que el agua del lago se renueve en su totalidad cada 32 horas. El Balneario dispone de tres alojamientos, el Hotel Termas y el Hotel Parque, de tres estrellas, y el Hotel Gran Cascada, de cinco estrellas.
Enclavada en una gruta natural, sorprende la piscina termal del Balneario de Sicilia. Se aplican aquí las más modernas técnicas de tratamiento corporal, como parafangos o masajes subacuáticos. Y al fondo del cañón del río Mesa, se encuentra el Balneario de La Virgen . La inigualable belleza del paraje, unida a las características de sus aguas termales y las múltiples posibilidades turísticas de la zona, hacen de este lugar un sitio perfecto para huir y descansar.
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