En Barcelona, se ecuentra Cosmocaixa, que tanto de día como de noche, en la plaza de la Ciencia de este museo, los aficionados a la astronomía organizan plantadas de telescopios. El Planetario, en cuyo interior te puedes dar, tranquilamente, una vuelta por la galaxia. Los más pequeños no pueden perderse el Planetario Burbuja, un espacio creado a su medida, un pequeño cosmos en el que podrán descubrir la magia del cielo cercano, las características de los planetas, las historias de las constelaciones…, y donde aprenderán a contemplar todo lo que hay en el cielo nocturno.
En Madrid, El Planetario, sobre la pequeña colina del Parque Tierno Galván puede contemplarse no solo una panorámica de gran parte de la ciudad, sino también su cielo. En su interior, además, podemos seguir el movimiento de los planetas, contemplar el sistema solar, mientras las explosiones estelares, los púlsares y los agujeros negros nos dejan con la boca abierta.
También podemos pasar por la sala de Astrónomos, asistir alguna de las numerosas exposiciones temporales, echar un vistazo al cosmos a través del telescopio de la Torre del Observatorio o participar en algunas de las observaciones que reúnen a numerosos aficionados a la astronomía con sus telescopios en la terraza del planetario.
En Granada, el Parque de las Ciencias se convierte, cuatro noches al mes, en un observatorio astronómico, con prismáticos y telescopios, el cielo estrellado, la luna y los planetas. En el jardín de la Astronomía, se hallan relojes, calendarios solares, maquetas y otros ingenios para seguir las trayectorias de los astros.Ya en el interior se puede contemplar, bajo una cúpula que hace las veces de bóveda celeste, más de 7.000 estrellas y observar en minutos sucesos que tardan años en producirse.
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