A tan solo unos 24 kilómetros al sur de la capital de Ourense, nos encontramos con uno de los mejores ejemplos de urbanismo razonado y racional, no por nada fue reconocido en 1994 con el premio Europeo de Urbanismo.
Este buen gusto por hacer bien las cosas, ya venía asentado desde hacía 20 años, con la ciudad de Allariz declarada Conjunto Histórico Artístico desde 1971.
Allariz es un perfecto ejemplo de una reconstrucción de casco histórico hecha con calidad, tanto en los edificios, alamedas, plazas y parques, destacando entre ellos el de Portovello. La avenida Pardo Bazán lleva al recién llegado desde las afueras al corazón mismo de la población, su plaza Mayor, flanqueada por el ayuntamiento y la iglesia de Santiago.
Esta edificación clásica es uno de los mejores ejemplos del románico gallego del siglo XII y de esos años conserva la imagen de una de sus vírgenes.
En dirección al Penedo da Vela se llega hasta los restos del Castillo de Allariz, desde donde se tienen unas fantásticas vistas de la población. En sus cercanías se encuentra la plaza de Santo Estevo, donde aparece la iglesia parroquial erigida al mismo santo, con una torre añadida en el siglo XVII y unos más que importantes altares barrocos.
Otra de las salientables construcciones con origen, es la iglesia de Santa María de Vilanova, muy pegada al río Arnoia, de estilo románico y cuyo origen se remonta a la época de la poderosa Orden de Malta.
El ya mencionado convento de Santa Clara es conocido por el Museo de Arte Sacro que guarda en su interior, siendo las joyas de la corona la Virgen Abrideira, de marfil, ébano y madera, y la Cruz de Cristal de Roca, que perteneció a Doña Violante, esposa de Alfonso X, y fundadora del convento.