Colaborar en las actividades agrarias, elaborar productos artesanos y dormir en una vivienda construida con materiales no contaminantes. Las posibilidades de los alojamientos ecológicos asturianos son múltiples y acercan los aspectos más atractivos de la vida del campo a urbanitas y turistas en busca de experiencias en contacto directo con la naturaleza. Hacemos un repaso por cinco de ellos:
Casa del Naturalista (Argüeru, Villaviciosa). La vivienda está integrada en una antigua “quintana” del siglo XVIII con un amplio jardín, huerto de producción ecológica y apicultura. Entre los servicios que ofrece se incluyen comidas caseras, trabajos en el huerto, excursiones guiadas, talleres de educación medio- ambiental y música tradicional asturiana. Y quienes quieran ponerse el delantal pueden colaborar en la elaboración de mermeladas, miel y sidra.
Hotel Posada del Valle (Collín, Arriondas). En el restaurante de esta casona de piedra y madera con vistas a los Picos de Europa es posible probar, desayunos con panes recién hechos y cenas en las que los productos de la zona y ecológicos son protagonistas. Los niños tienen ochenta mil metros cuadrados para corretear, y los padres, un alojamiento respetuoso con la naturaleza en el que se recicla, se realiza compostaje de basura orgánica y todo se ilumina con electricidad de origen renovable.
La quintana de la Foncalada (Argüeru, Villaviciosa). Dos actividades de lo más curioso pueden realizarse en esta casería: el avistamiento de aves en la ría de Villaviciosa y participar en un taller de alfarería en el que se imparten cursos de cerámica tradicional asturiana. En la finca, razas autóctonas en peligro de extinción como ponis asturcones, oveyas xaldas, pitas pintas.
Más información| Asociación Asturiana de Agroturismo , Ecoturismo, Casa del Naturalista, Posada del Valle, La quintana de la Foncalada