Tan célebre por sus sidrerías como por las extraordinarias esculturas que pueblan sus calles, Oviedo es una ciudad de múltiples perfiles a la que conviene acercarse con un plan determinado cuando sólo se dispone de una jornada para visitarla. Hay mucho que ver y conviene marcarse objetivos concretos.
Las primeras horas de la mañana, comenzamos con la bellísima plaza de Alfonso II el Casto y la Catedral, cuya Cámara Santa constituye, uno de los grandes recintos sagrados de la cristiandad. La visita al barrio viejo, donde se encuadra su templo mayor, deberá incluir después la plaza de Porlier, la Universidad y el paso por El Fontán, mercado de abastos, lugar de encuentro y uno de los espacios con más carácter de Oviedo, con los característicos soportales y corredores de sus viviendas de sabor popular.
Nos dirijimos al Museo de Bellas Artes de Asturias, la pinacoteca más valiosa del Principado y una de las más relevantes de España. Para el turno de tarde una escapada a Santa María del Naranco y a San Miguel de Lillo, las dos piezas maestras del prerrománico asturiano catalogados como Patrimonio de la Humanidad.
El recorrido por el Oviedo modernonos lleva a La plaza de la Escandalera, con su escultura de Botero, la calle Uría o el teatro Campoamor, donde cada año tiene lugar la célebre ceremonia de los premios Príncipe de Asturias.Y por fin llegamos a la calle de las sidrerías, la peatonal calle Gascona, uno de los focos permanentes de diversión de la ciudad que, de noche, ofrece su perfil más seductor.
Más Información | Oficina de Turismo, Museo de Bellas Artes de Asturias
Dónde comer| Casa Fermín, Casa Conrado ,Del Arco , La Corrada del Obispo
Para dormir La Reconquista , Libretto , El Palacio de la Viñona, El Vetusta