La Comunidad de Madrid autorizó la extracción de la caja colocada en el lugar donde ha sido hallada, en el año 1834, en la Plaza de las Cortes bajo la estatua de Miguel de Cervantes, frente al Congreso de los Diputados, y ayer se procedió a su apertura en el Museo Arqueológico Regional, sacando a la luz un tesoro que ha dormido ajeno al ajetreo de los madrileños durante cerca de dos siglos.
Entre otros documentos han salido cuatro tomos de El Quijote del año 1819, un libro de la vida de Cervantes y otras publicaciones, textos legislativos, manuscritos, retratos de personalidades de la época y varios paquetes con objetos aún sin identificar.
Los técnicos procedieron al levantamiento de la “cápsula del tiempo”. La primera comprobación al abrir la urna fue que los contenidos de la caja, en su mayoría de papel, habían sido impregnados originalmente con un químico tóxico en prevención del posible desarrollo de insectos y microorganismos.
La cuidada estructura formada por las cajas de plomo y vidrio, como la utilización de este químico, han favorecido que los contenidos de la cápsula se presenten a día de hoy en un excelente estado de conservación.
La escultura de Cervantes, donde se ha hallado la cápsula del tiempo, fue la primera dedicada a un personaje civil que se instaló en Madrid.
El acto de instalar un arca que contenga objetos del momento en que se realiza la inauguración, construcción o instalación de un edificio, escultura, etc. se ha dado desde la antigüedad. Los romanos, por ejemplo, colocaban monedas en la cimentación de aljibes, termas, foros… .
Info| diariocritico
Sitio Oficial|