Hoy iremos a Guatemala, un país en que desde los primeros días de diciembre se vive la Navidad, se llenan de luces, guirnaldas y colores todas las calles y las casas. Un país con mucho folklore que junto a sus costumbres y tradiciones enriquecen y le dan un toque especial a este último mes del año.
En Guatemala el Arbol de Navidad se introdujo con la llegada de los alemanes a finales del siglo XIX y principios del XX. El Nacimiento es un tradición que se trajo desde Tenerife, Islas Canarias, por el Santo Hermano Pedro de Betancourt que lo puso él mismo debajo del árbol navideño en su primera navidad en este país. Lo más normal es encontrar un árbol de Navidad con un nacimiento a sus pies.
Las fiestas se inician el 7 de diciembre con la “Quema del Diablo”, una pintoresca tradición que lleva a los guatemaltecos a buscar dentro de sus hogares aquellos materiales que ya no utilizan y hacer una hoguera para representar así que “sacan” al maligno de su casa.
Hay lanzamientos de cohetes de colores y juegos pirotécnicos durante todo el mes que se intensifican los días Nochebuena y Navidad, y también en Nochevieja y Año Nuevo.
A partir del 16 de diciembre las imágenes de José y María van tocando a las puertas de diferentes hogares simulando pedir posada como lo hicieron en la noche del 24 de diciembre en Nazareth. Al final de la posada se sirve un pequeño aperitivo a quienes los han acompañado: ponche y alguna otra comida típica.
Se celebra la Nochebuena el 24 de Diciembre con una cena en famillia, y se asiste a la misa del Gallo la cual se celebra a la media noche.
El día de navidad, el 25 de diciembre es para descansar y compartirla en familia.
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