Su particular ubicación le valió una nominación a las Siete Maravillas Nacionales del Mundo: la Isla de Ometepe es una de las más grandes del mundo bañadas por agua dulce. Se levanta en medio del enorme Lago Cocibolca, en Nicaragua, llamado la Mar Dulce por el conquistador español Gil González, quien creía estar frente al Pacífico hasta que vio a uno de sus caballos bebiendo en la orilla.
Esta isla posee dos volcanes: Concepción y Maderas. Concepción está dividido en partes, la primera de cultivos, con café, bananos, maiz…según la época. A paritir de los 600 m comienza la reserva natural, una muestra de la fauna y flora característica del bosque tropical.
El volcán Maderas está revestido de bosque y actualmente inactivo. En 1983 fue definido como Reserva Natural e incorporado al sistema nacional de áreas protegidas de Nicaragua. Además, los hayazgos arqueológicos en este volcán nos indican que era un centro importante para las civilizaciones pre-colombinas de Olmecas-Toltecas y de Nahuatl.
Sus playas de agua dulce y arena negra -como la de Santo Domingo- se alejan de la típica estampa caribeña, y cuentan con el emocionante o espeluznante atractivo (según quien lea) de la importante colonia de tiburones toro que nada en ellas.
A pesar de esta inquietante compañía, estos arenales conforman uno de los grandes atractivos de la isla, junto al llamado Ojo de Agua, un manantial natural de aguas cristalinas que emanan en la finca Tilgüe, en cuyos bosques habitan mandas de monos congos y que pueden recorrerse con excursiones a caballo desde Playa Santo Domingo.
Más información| Visita Ometepe, Ometepe wikipedia, Nicaragua Actual