La Plaza Roja de Moscú

5 noviembre, 2009
Fotografía: Punxutawneyphil

Fotografía: Punxutawneyphil

La plaza Roja de Moscú es el corazón del inmenso entramado arterial que recorre toda Rusia. Al observar el mapa de esta región, este punto tira de nuestra atención, para convertirse, de un simple vistazo, en el centro de todo ese gigantesco territorio ruso.

Esta plaza, sede del Kremlin, el edifico en el que reside el gobierno ruso, ha sufrido una gran transformación desde los días de la Unión Soviética. A día de hoy, el principal atractivo de la plaza es el reclamo turístico.

Del mismo modo que toda Moscú vive un cambio de dimensiones estratosféricas y de una velocidad vertiginosa, la plaza ha pasado de simbolizar el bastión del gobierno soviético, ha convertirse en un exponente claro del nuevo orden mundial. Un orden en el que prima la imagen y el consumo, formas de expresión social y política que parecía imposible que pudieran tener lugar en este enclave lleno de simbolismo.

Fotografía: Tetrabrain

Fotografía: Tetrabrain

Pero hasta los símbolos pueden caer. Hoy la Plaza Roja ofrece a los millones de turistas que acuden a ella, a fotografiarse antes las puertas del Kremlin, la posibilidad de comer en el mismo MacDonald’s o comprar en las numerosas tiendas de ropa y artículos de marcas europeas y norteamericanas. El mundo de la globalización, en cambio, ha conseguido uno de sus mayores éxitos en esta Plaza.

Lo que sí no ha perdido es su encanto, su atractivo. El conjunto arquitectónico es realmente impactante. El colorido de los edificios, del suelo, de la multitud de calles que nacen y mueren en ella, forma una estampa por la que merece la pena recorrer los miles de kilómetros que nos separan de ella.