Para ver Chile, y sobre todo sus lugares más exóticos, se necesita tiempo. Es un país lleno de encanto, aventura, paisajes contrastados y cultura.
A pesar de su fama de peligrosa, Santiago de Chile es una ciudad que merece la pena conocer. La capital está llena de vida con sus animados mercados y parques con diferentes escenas artísticas, sociales y culturales, como los museos, que cuentan con impresionantes colecciones.
Los que prefieran un viaje distinto al de la capital, el desierto de Atacama, en el norte de Chile, es una muestra de uno de los paisajes más impactantes del país. Dentro del desierto se encuentra San Pedro de Atacama un pequeño pueblo con casitas de adobe, un cielo único y el lugar ideal para el comienzo de infinitas excursiones hacia lugares como los Geisers del Tatio.
Toconao, a unos 50 kilómetros de San Pedro es un oasis lleno de flores, agua y jardínes asombrosos donde se puede disfrutar de la tranquilidad justo al lado de un paisaje repleto de dunas.
Una vez nos cansemos del desierto, tenemos la opción de visitar la Isla de Santa Margarita poseedora de una extensa vegetación, lugares históricos para los mapuches y españoles, rios, y como no, playas. Por si fuera poco, los precios de alojamiento suelen ser bastante económicos, al contrario que en la Isla de Pascua, donde todo es un poco más caro. Sin embargo,las estatuas moais llenan al archipiélago de un misterio que no deja a nadie indiferente.
Más información: Isla de Pascua, San Pedro de Atacama