Fotografía: Olai Skjaervoy
Llamado también templo infinito se trata de uno de los destinos turísticos más espectaculares de todo China. Es un verdadero salto al pasado para conocer la grandeza, cultura y religiosidad de la antigua China. Los pobladores llaman a este lugar el templo del buda plateado, porque entre sus atracciones se encuentra una estatua de Sakyamuni de 2 metros y medio de alto.
Sus grandes edificaciones y sus acabados finos y legendarios hacen de este lugar un sitio muy visitado por los turistas. Su grandeza empezó a asentarse cuando recibió la visita del tercer Dalai Lama tibetano en el siglo XVI, además de la visita del Emperador Kangxi de la Dinastía Qing.
Entre las características más resaltantes del templo Dazhao, se encuentran sus salones y habitaciones finamente decorados y los pasadizos que tienen más de una reliquia ancestral.
Fotografía: Olai Skjaervoy
De entre las reliquias principales, destacan las llamadas Tres Tesoros Maravilloso, que son el buda de plata, los dragones tallados en las columnas que rodean la estatua, y los increíbles murales que cuentan de la visita del emperador Kangxi.
Casi todo el templo tiene el estilo arquitectónico Han, excepto por el salón principal que tiene no solo de han sino también de tibetano. Esta mixtura realza el carácter del lugar y lo convierte en un sitio formidable para quedarse impresionado con las imágenes y piezas de arte religiosa o reliquias de antaño que se encuentran en cada paso del recorrido.