El bello Danubio, azul o no, no sólo es una pieza clásica de Strauss mundialmente conocida (auténtico “hit” en todo baile nupcial) sino que además es un verdadero paraíso para los amantes de la bicicleta.Cerca de 1.000 km de carril bici que discurren paralelos al segundo río más largo del continente europeo y que atraviesan el corazón de Europa Central: Alemania, Austria, Eslovaquia y Hungría.
Su trazado, perfectamente señalizado con unos carteles en los que se lee: Donauradweg (carril bici del Danubio, en alemán), es en la mayoría de los kilómetros una pista llana apta para todo tipo de cicloturistas.
Los tipos de viajeros son variados: familias con niños pequeño, aventureros de paso, o turistas con ganas de viajar de una forma diferente. El principal atractivo es la combinación perfecta entre la belleza de sus paisajes y los excelentes servicios que proporciona, a lo que se suma la ausencia “casi” total de tráfico de vehículos.
Si deciden llevar su bici, deberán informarse de como facturarla (normalmente embalada en una caja de cartón) y del coste, que varía según la compañía. No obstante, si decide alquilarla, hay numerosas tiendas además de talleres que reparan las bicicletas y comercios donde se vende material y recambios.
La red de alojamientos es variada, desde “zimmers” (habitaciones en casas rurales en las que por 20 euros se puede pasar la noche y desayunar) y hostales o “gasthof”, hasta albergues juveniles u hoteles. Su trazado permite que el viajero tan sólo se tenga que preocupar por contemplar los bellos paisajes del corazón de la vieja Europa. ¿Se puede pedir más?
Más información| Donau-Radweg , Donau Moldau Raderlebnis