Fotografía: Laszlo photo
El Taj Mahal es una de las más maravillosas obras arquitectónicas del mundo. Ubicado en la ciudad de Agra, en La India, representa el mejor ejemplo de la cultura mogola y su historia es tan conmovedora como lo imponente de sus estructuras y revestimientos.
Se construyó durante más de 20 años entre 1631 y 1654 y fue el mejor homenaje que el sultán Shan Jahal le hizo a su esposa favorita, Mumtaz Mahal, quien falleciera luego de dar a luz a su decimo tercer hijo.
Mumatz Mahal significa “la elegida del palacio” y fue la tercera esposa de Shan Jahal. Eran los enamorados perfectos, ambos vivían el uno para el otro; ella era consejera, amiga, esposa y él solo podía ver a través de sus ojos. Por ello el emperador cayó en terrible depresión después de la muerte de su amada. Dejó todo el poder y el gobierno en manos de sus sucesores pero dispuso la construcción de un edificio que simbolizara su profundo amor a Mumatz Mahal.
Se utilizaron los más variados y exóticos materiales traídos de diferentes lugares, como Egipto, Arabia y el Tibet. Unos 20 mil hombres intervinieron en su edificación de forma octogonal con base de mármol con piedras semipreciosas incrustadas en formas de flores con citas del Corán.
Recorrer el Taj Mahal es una experiencia única, sus jardines, senderos de mármol y el estanque de lirio en el que se refleja el edificio conmueven a todos los turistas que lo visitan. Indudablemente un tributo al amor que perdura.