Fotografía: bdebaca
Teotihuacan el lugar donde los hombres se vuelven dioses, es una de las zonas arqueológicas mejor conservadas, a tan sólo 48 km. de México, donde podemos comprobar el mejor estilo arquitectónico Mesoamérica y una ciudad mágica donde cuentan que cada 21 de marzo se reúnen fuerzas cósmicas que se reparten hacia los cuatro puntos cardinales.
Teotihuacan la metrópoli pintada, una ciudad antigua que en su época ocupó 22 km. cuadrados, la sexta más grande del mundo, en la cual se observa unas zonas residenciales que tenían calles, plataformas, plazas, patios y altares y que estaban amuralladas con una sola puerta de entrada y salida.
Además de las pirámides del Sol y la Luna encontramos Tetila, el barrio de los nobles en la que destaca el mural “Las Diosas Verdes”; Atetelco, la escuela de los guerrerros destacan los murales de los “Jaguares en Procesión”; Tepatitla y el paraíso de Tláloc, cuatro zonas fuera de la ciudad sagrada y que también eran zonas habitadas, lugares que destacan por las pinturas que tienen sus murales relacionados con distintos temas según el barrio y por los más de 300 entierros ahí encontrados se deduce que en este mismo espacio convivieron agricultores y artesanos especializados en la plumaria, lapidaria y concha.
Fotografía: Charlie & Snoopy Inc.
En las cercanías de la zona encontraremos hoteles, y restaurantes pintorescos donde poder probar los platillos típicos del Estado de México como son las barbacoas, el consomé de carnero y las carnitas de cerdo. Otras delicias que se consumen en la región son la longaniza, los tacos de plaza, tamales de charales, pancita, quesadillas de flor de calabaza, huitlacoche, tlacoyos y gorditas, entre otros. Y para pasar la noche también hay bares para divertirse.
Info| el universal
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