Al norte de Roma, en la región de Lazio, un noble de la familia de Orsini, creó un lugar casi ‘sagrado’, dedicado a su mujer, Guilia. El parque de los monstruos (Pardo dei Mostri, en italiano), es un lugar mitológico, extraño, e imaginativo. Sus misterios aún no han sido del todo revelados.
Si viaja de Roma a Florencia, una parada obligada es sin duda, el Parque de Bomarzo, situado en la localidad del mismo nombre. Feudo de la adinerada familia de los Orsini.Pier, uno de sus hijos, militar retirado, ideó esta ‘maravilla’ de jardines donde lo onírico, terrorífico y provocativo, se dan la mano.
No es el primer ejemplo de paisajes iniciáticos. Al igual que la Finca da Regaleira, mandada construir por otro personaje excéntrico y fiel seguidor de la corriente masónica, Carvalho Monteiro, en Bormazo, la simbología es parte esencial de su razón de ser.
La sucesión de esculturas escupildas en roca madre, extravangantes y fantásticas, con temáticas muy diversas, pero con un nexo de unión, la mitología, (dioses romanos como Marte, el dios de la guerra-el nombre de Bomarzo parece estar relacionado con la ciudad de donde procede Marte), se disponen a lo largo del recinto, algunas escondidas entre los árboles.
Imágenes dantescas, (Hércules desgarrando con sus manos a Caco, un elefante aplastando a un legionario romano, o un hombre descoyuntando a una mujer), pavorosas(una amenazante cabeza de ogro con la boca abierta que invita a pasar y a no salir), y otras no menos sorprendentes: una enorme mano, la casa inclinada, la barca del amor, la terraza de las 1.001 urnas…).
Curiosamente el parque fue construído por amor a una mujer.
Vía|Wikipedia
Más info|El Pais