En algunas ciudades españolas (la actividad se va extendiendo), se facilitan parcelas de tierra con la finalidad de convertilas en pequeños ‘huertos de ocio’, donde poder dar rienda suelta al ‘ecologista’ que uno lleva dentro. Si lo acompaña de una enriquecedora visita a un ecomuseo, su granito de arena a la conservación del medio ambiente estará más que cubierta.
En las grandes ciudades, contar con un huerto es prácticamente imposible, a no ser que tenga la suerte de vivir en el campo o en una casa con jardín de medianas proporciones, plantar tomates o patatas le será dificil si no se apunta a iniciativas como ésta. Los huertos de ocio forman parte, en la mayoría de los casos, de programas de ecosostenibilidad puestos en marcha por ayuntamientos y otras instituciones oficiales.
En Madrid, (también existen iniciativas parecidas en Barcelona y Valencia), las parcelas que entran en concurso público, van destinadas a particulares que cumplirán una serie de requisitos, el principal, que los productos y las técnicas de cultivo sean totalmente ecológicos.
Pero si lo que le tienta es contar con sus propias lechugas y pimientos sin salir de casa, hay asociaciones que les indican cómo poder realizar este ‘milagro’, utilizando sólo un tiesto del balcón o la terraza. Cada vez hay más practicantes de los ‘huertos urbanos’ en España, una tendencia que surgió en otros países como la iniciativa ‘tejados verdes’ impulsada en Nueva York o Rusia, una fórmula inmejorable para subsistir en tiempos de crisis.
Los ecomuseos, hay contabilizados más de cuatrocientos, (aunque seguro que hay muchos más), forman parte de una red global dedicada al desarrollo sostenible de los pueblos (medio ambiente, costumbres, ecología…). Aquí le indicamos algunos, aunque tiene qué elegir
Vía|Eroski