La Torre de los Picos, elemento defensivo de primer orden que destaca dentro del recinto amurallado de la Alhambra, fue retratada por Washington Irving, en sus ‘Cuentos de la Alhambra’ . La historia del judío Almamén deambulando por estos parajes pensando como vengarse del seductor de su hija, tenía como escenario a esta torre, una de las más misteriosas de este impresionante conjunto arquitectónico.
La Torre de los Picos, la más esbelta junto a la de Comares, desvelará parte de sus secretos, durante este mes de junio, gracias a la iniciativa del Patronato de Turismo para sacar del ‘ostracismo’ a monumentos como el que nos ocupa, hasta ahora poco frecuentados por obligados motivos.
Se trata de un programa que lleva funcionando varios meses con otros elementos de la Alhambra como la Torre de las Infantas (que pudo visitarse en marzo), y que en este caso, será solo en junio, pero que permitirá, que martes, miércoles, jueves y domingos, los interesados podamos visitar el interior del habitáculo.
La fragilidad en su conservación ha sido la razón esgrimida para preservarla de ‘miradas insidiosas’. Es por ello por lo que las autoridades han imprimido un extraordinario celo a la hora de poder ser visitada. Este ejemplo característico de la arquitectura nazarí debe ser cuidada en extremo, sobre todo teniendo en cuenta que incorpora elementos diferenciadores y claramente peculiares que la hacen única.
Su fachada exterior, completada en almenas de ladrillo con forma piramidal y rematada con ménsulas de marcado diseño, le dan un cierto aire gótico, que la distingue de sus torres hermanas.
Construída en la época de Yusuf I, a finales del XIII-primeros del XIV, la Torre de los Picos era algo más que una simple torre defensiva. El interior era utilizado además como vivienda, y su estratégica ubicación, la hacían de fácil acceso tanto a otras zonas de la Alhambra y del Generalife, como a la propia ciudad de Granada, a traves del barrio del Albaicín.
Vía|Europa Press
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