Dicen que es el único bastión medieval que aún queda en pie en estas islas. Rodeado completamente de agua, la fortaleza ha sobrevivido a fuertes vientos, tempestades y el frío invierno de las costas escocesas. Su espectacular emplazamiento le ha grajeado la simpatía de los habitantes de la isla de Barra. ¿Quiéren conocerlo?
Barra pertenece a las legendarias islas Hébridas.Archipiélago de islotes, en el extremo occidental de Escocia, (algunos de ellos deshabitados, otros patrimonio de la humanidad), donde la mescolanza de islas ha conformado un paisaje muy característico, que vive básicamente de la pesca, del pastoreo, y del famoso ‘tweed’ escocés, pero, sobre todo, de los dividendos que dejan los turistas.
Turistas y aventureros, porque viajar hasta las Hébridas suele dejarse para aquellos viajeros poco convencionales, que no se conforman con visitar Edimburgo o acercarse hasta el Lago Ness. Para ellos, las islas les ofrecen vistas impresionantes, paisajes llamativos y sorpresas. Como por ejemplo, este castillo, que admite visitas, (de abril hasta septiembre), y que fue restaurado el siglo pasado por uno de sus dueños, perteneciente al antiguo y distinguido clan de los McNeil, y que sigue residiendo (durante algunos meses al año) envarias de las moradas del edificio.
Acercarse en barco hasta los alrededores del puerto de castlebay para admirar esta fortaleza y de paso echar un vistazo a la playa, ya es de por sí muy atractivo, y si la travesía la realiza al atardecer, mucho más, sin duda. Tendrá la oportunidad de conocer algunas de las estancias más importantes del castillo, con la ayuda de un guía local, y de sentir que está viajando a través del tiempo.
Barra, además es la única isla de Europa, cuya playa ejerce de aeropuerto, dependiendo del curso de las mareas, otra de las sorpresas de estas islas, a las que puede viajar en barco o en el ‘Twin Otter’ de la Brittish Airways.
Vía|Castle Stories
Más info|Sitio oficial