La Serenissima Venecia.
Esa vieja Señora que es Venecia orgullosa y altiva, pasa por ser uno de los destinos más visitados del planeta junto con París o Nueva York. ¡Gente, Gente y Gente! Por todos lados, a todas horas, en cualquier momento del año, con acqua alta o con sol radiante. El hormigueo de paseantes, viajeros o venecianos es constante y en algunos casos se antoja agobiante.
Pero la Serenissima es uno de esos destinos imprescindible que cualquier viajero que se precie debe incluir en su maleta más tarde o más temprano. El atractivo de Venecia nace es su propia irrealidad, en su desafío a las leyes físicas elementales, en esa serena y tranquila arrogancia con la que permanece imperturbable (no sin ayuda) al paso de los siglos.
La visita a Venecia requiere de un buen presupuesto porque los precios de la ciudad de la laguna no pueden más que considerarse desorbitados, desde los transportes hasta los restaurantes todo es caro en Venecia ¡Carísimo!
Si la visita a la ciudad es breve es muy aconsejable alojarse en la misma ciudad, en alguno de los múltiples hoteles boutique que pueblan los canales, los más recomendables en mi opinión: La Locanderia, Al Ponte Mocenigo o Ca d´Dogi. Si por contra la estancia es más prolongada se puede optar por alguno de los hoteles de los alrededores de la Laguna, en El Lido o Mestre, que son muchísimo más económicos.
Para entrar en Venecia se puede utilizar el barco o el autobús que utilizando el Puente de la Libertad une la ciudad con el litoral de la laguna. Sin embargo desde el aeropuerto la forma más eficiente de trasladarse al centro es el servicio de Botes de Alilaguna que en 40 minutos enlaza con los lugares más céntricos de la ciudad, Lido y la isla de Murano. Una vez en la ciudad los antiguos “vaporettos” son el mejor método para dar saltos de isla a isla o recorrer el Gran Canal.
La ruta en el Vaporetto se puede continuar con un buen paseo a pie por los barrios de San Groce y San Polo, para luego atravesando el archifamoso Ponte de Rialto, haciendo la obligatoria parada para adquirir alguno de los múltiples souvenirs que se ofrecen en sus aledaños, dirigirse hacia San Marcos y su magnifica plaza, un salón en si mismo que adorna sus paredes con elementos tan fastuosos como el Campanille, el palacio Ducal o la Basílica de San Marcos.
Para restaurar las fuerzas pérdidas la oferta es variada, casi infinita. En cada casa, en cada bajo asoma un restaurante o una pequeña taberna que ofrecen al visitante todo un compendio de las mejores especialidades de la cocina italiana. Si tuviera que destacar alguno de los restaurantes que visite, no podría más que destacar, por su buena relación calidad precio, el Aciugheta y sus mejillones en salsa, en el campo de San Fillipo y San Giacomo, justo a la espalda del Palacio Ducal.
Venecia es un destino ideal para parejas de enamorados. Cualquier rincón de la ciudad invita al romanticismo. Desde el denominado mejor salón de Europa por Napoleón, la Piazza de San Marcos, hasta el Teatro de la Fenice o el Ponte Rialto todo destila armonía y mucho, mucho romanticismo.
El inevitable paseo en Góndola (40 min. por 80 euros aproximadamente) es la mejor manera de poner un broche oro e inolvidable para cualquier tipo de viaje a Venecia.
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Fotos | Fotos Marcus-Jose Carlos Villena ® Mural Viajes.net
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