¿Que le parecería la idea de alojarse en una habitación distinta cada noche, y por toda la ciudad?. Es la propuesta que les hacen desde el Hotel Pixel, en Linz (Austria). Posiblemente, esta urbe, les suene. Comparte junto a Vilnius (Lituania), la capitalidad cultural europea. La ciudad prusiana se ha preparado a conciencia para ofrecer al turista lo mejor. Lo más innovador, arriesgado y ecléctico, lo hallará aquí.
El hotel define básicamente la idea que mueve a sus propietarios: un pixel es la parte más pequeña de un hotel, en este caso, sus habitaciones. Estancias diseminadas y separadas cada una de ellas y dispuestas en los lugares más insospechados: en un buque, en una galería de arte, dentro de una tienda o una rullote, en un jardín….
En total, cinco habitaciones que disponen de los servicios básicos como baño, televisión y otras comodidades, pero que dependen también del espacio en el que se sitúan. O lo que es lo mismo, el restaurante, la cafetería, zonas vedes y tiendas, los aporta la ciudad.
Es una fórmula original y atractiva que está teniendo bastante aceptación, especialmente este año, en el que las actividades culturales en Linz se multiplican para celebrar su designación como capital cultural de Europa.
Con esta disposición tan personal de cada una de las habitaciones, el hotel constribuye a acercar, aún más, la ciudad al foráneo que la visita.
Vía|Espíritu Nómada
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