Desde luego tendrán que sudar la camiseta. La imagen corresponde a una de esas calles interminables, que empiezan y nunca se saben donde terminan. En este caso, la Yonge Street, en Cánada, cruza la ciudad de Toronto y rebasa fronteras…
Medía nada menos que 1.896 kilómetros, y digo bien, medía, según el Guiness de los records. Hasta hace algunos años había sido la más larga de todas las conocidas de cualquier otro lugar, (fue sustituída por la carretera panamericana, con 25.ooo kilómetros). Y es que, para recorrerla en toda su extensión lo mejor es que alquilen un vehículo o se unan a algún tour organizado, porque casi dos mil kilómetros era como cruzar casi dos veces la península ibérica, aunque ancha es Castilla…
Anteriormente la Yonge street ocupaba la conocida como autopista 11, sin embargo por motivos políticos, la autopista se excluyó del recorrido, con lo que la calle como tal quedó reducida en su trazado por la capital canadiense a los 90 kilómetros que mide en la actualidad.
Sin embargo sigue atrayendo a propios y extraños y es que el periplo para transitar por esta ‘calle’ es de lo más variado. Si parten desde la zona sur de Toronto, y si nos dejamos llevar por el trazado antiguo, cruzarán prácticamente una autopista hasta Rainy River. Pero su faceta más conocida se encuentra entre las calles Queen y Dundas . En este tramo se concentran la mayoría de los edificios más interesantes.
El Teatro Elgin, que forma parte del patrimonio cultural de la región de Ontario, el Teatro Canon y el Olympic Spirit, una atracción turística de fama mundial que se sitúa precisamente cerca de la plaza Dundas, lugar de encuentro para tomar un café. Un poco más alejada, la Biblioteca Metropolitana de Toronto.
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