La imagen no tiene desperdicio. Es Osa Johnson, una de las primeras mujeres exploradoras del siglo XX, en su aeroplano , el ‘arca de osa’, y junto a ‘Kalowatt’ , su mascota, mirando sonriente a cámara. Sobre sus ‘correrías’ por el mundo, tratará este artículo viajero, homenaje a Osa y al resto de mujeres que, día tras día, trabajadoras o no, hacen de su vida una aventura. Felicidades a todas ellas.
Esta mujer convirtió su vida en una aventura. Muy jovencita, y junto a su marido, Martin Johnson, se atrevió a ser filmada rodeada de los más increíbles peligros. Junto a caníbales, entre leones, hipopotamos o rinocerontes, Osa se convirtió, prácticamente, en una estrella de hollywood.
Sus películas, rodadas entre 1917 y 1937, la llevaron a los sitios más insospechados. Desde la Isla Malekula, en las Hébridas, pasando por la sabana africana, o la isla de Borneo, entre otros muchos paisajes, fueron filmados con verdadera pasión por la pareja. Tres de estos rodajes fueron especialmente atractivos para el público y constituyeron los primeros documentos gráficos rodados en lugares salvajes y con tribus hostiles.
‘Tras una primera experiencia desgradable con los caníbales en los mares del Sur (tuvieron que huir ‘a toda pastilla’ aunque rodaron algunos metros de película), Osa aparecería en el primer film rodado en África con sonido directo, ‘Congorila’, de 1932, aunque sería la secuencia de ‘Simba’, (1927), en la que Osa mata a un león, la más conocida y la que más impactó en la gran pantalla.
Durante su viaje a África, conocieron de la existencia de un lago en el cráter de una montaña, en Kenia, y tras instalar un campamento base, financiado por la compañía Kodak, el matrimonio permaneció en este lugar junto al lago, durante cuatro largos años. Después se acercarían hasta la reserva de Serengueti, para continuar con su aventura. Tras adquirir dos hidroaviones, las imágenes documentadas de los Johnson llegaron a todo el mundo.
Luego, su marido, perdería la vida en un accidente de avión, en 1937, y Osa se dedicó a pronunciar conferencias sobre sus viajes y a dirigir su propia línea de ropa deportiva. Sin embargo, la pérdida de Martin, acabaría con ella, años después. Antes, escribiría sus memorias: ‘I married adventure’ (‘Casada con la aventura’).
Su vida y su obra siguen vivos, en un Museo situado en Chanute (Kansas), población en la que nació Osa en 1893.
Vía|The Martin and Osa Johnson Safari Museum