Fotografía: rp72
Coincidiendo con la festividad del 28-F, festividad de la comunidad autónoma andaluza, y con el viaje turístico al que, durante estos últimos días, les hemos querido llevar a través de este blog, no podía faltar la figura de que ha sido llamado ‘padre de la patria andaluza’. Con Blas Infante, recorreremos algunas de las ciudades y pueblos donde vivió y en donde se fraguó el denominado ‘ideal andaluz’.
Fotografía: Luis Irisarri
En la población de Casares, en Málaga, Blas Infante, nació un día de 1885. Desde muy pequeño se interesó por el estudio de las leyes, recogiendo el oficio que ejerció su padre en el Juzgado de aquella localidad. Tras licenciarse por libre en la Facultad de Derecho de Granada, trabajó como notario en poblaciones andaluzas como Isla Cristina (Huelva) y Cantillana (Sevilla).
En este pueblo, Blas Infante contactó con la intelectualidad sevillana, a través del Ateneo, y fue ahí donde comenzó a trabajar en su ‘Ideal andaluz’, la obra cumbre de su trayectoria como escritor y político y en donde aboga por la reconstrucción de Andalucía, una idea entroncada en las corrientes regeneracionistas que irrumpieron a primeros del XX en España.
Fotografía: Paffy
Durante esa época, Infante fue encarcelado por su antineutralismo en la primera guerra mundial, se presentó, sin éxito a la alcaldía, en la localidad malagueña de Gaucín, y se casó. En Ronda y Córdoba, el sentimiento nacionalista lo hace firmar el ‘Manifiesto Andalucista de Córdoba’. Luego, se trasladaría a Marruecos donde se dice que abrazó la fé musulmana.
Tras la dictadura de Primo de Rivera y la llegada de la II República, Blas Infante se aloja en Coria del Río (Sevilla), donde se conserva su Casa -Museo, inspirada en la arquitectura de Al-Andalus. En 1933 redacta lo que se convertiría en el primer esbozo del estatuto andaluz, pero su esfuerzo se malograría tras el golpe militar de Franco, muriendo fusilado cerca del cementerio de Carmona (Sevilla).
Vía|Wikipedia
Más info|Fundación Blas Infante