La pupusa, nombre muy original y también simpático, identifica uno de los platos más difundidos de la cocina de El Salvador. Se trata, de hecho, de una tortilla gruesa hecha con masa de maíz o con masa de arroz.
Luego se rellena con uno de los siguientes ingredientes: Queso (o queso fresco salvadoreño llamado quesillo o queso con loroco que es una planta comestible), chicharrón (comida que se obtiene de las pellas del cerdo una vez derretida la manteca, pero en otros países significa otra cosa), ayote (una planta herbácea), con frijoles refritos (judías cocinadas de manera particular), espinaca, pollo, carne, hongos, pescado o chipilín (leguminosa herbácea), o en cambio las pupusas pueden ser revueltas (queso, frijoles y chicharrón).
Una vez rellenadas se cocinan en un comal de barro calentado con leña o con otros métodos. Las pupusas además se pueden acompañar de varias maneras: Con salsa de tomate, con curtido (repollo curtido en vinagre con zanahoria, cebolla y chile verde), o bien con chile (ají).
Como pueden ver ustedes mismos hay muchas variedades de pupusas, sea por lo que concierne al relleno que al acompañamiento. Son tan importantes que hasta existe el Día Nacional de las Pupusas (el segundo domingo de noviembre) y hasta se hacen concursos donde gana quien se come más pupusas, así como se hacen exposiciones y otras actividades aptas a la difusión del así considerado “plato nacional”.
Si un día van a El Salvador, claramente podrán comer una pupusa en una pupusería, el valor oscila entre $0.25 y $0.50; si van a un lugar exclusivo puede costar un Dolar, mientras en los Estados Unidos puede llegar hasta dos Dólares porque consideradas como un “producto nostálgico”.
Vía| Wikipedia