Iniciamos este recorrido por uno de los parajes más espectaculares de Castilla- La Mancha: las lagunas de Ruidera. Un conjunto de embalses naturales, situados entre Albacete y Ciudad Real, refugio de aves y de especies vegetales, muy singulares en esta zona. Y que conforman una visión anodina de la región.
Las andanzas del Hidalgo Don Quijote por tierras manchegas, trazadas entre líneas por Miguel de Cervantes, transcurrieron por paisajes como éste, rodeados por campos de infinito trigo y muy cerca de la ermita de Montesinos, entre las localidades de Ruidera y Ossa de Montiel. Entre encinares, olmos y sabinos, las quince lagunas, de origen tectónico, acumulan el agua de los manantiales del Campo del Montiel, lo que ha posibilitado que, el paraje haya adqurido rango de parque natural.
Las Lagunas de Ruidera (el término procede del ruido que provoca el agua al caer de una laguna a otra), se extiende a lo largo de casi cuatro mil hectáreas de terreno y traza un recorrido de unos 28 kilómetros, un fenómeno inaudito en estas tierras meseteñas y casi milagroso, muy apreciado por biólogos y naturalistas.
El entorno del Parque, además, también retratado por Cervantes, posee otros atractivos patrimoniales merecedores de una visita. El Castillo de Rochafrida, de origen árabe, y situado junto a un pantano. El pueblo de Ruidera y su Cascada del Hundimiento, donde desemboca el agua que corre de una laguna a otra, y el resto de poblaciones manchegas típicas de la zona.
También hay posibilidades de realizar senderismo, rutas a caballo, natación, pesca o espeleología.