Munich, la vieja capital bávara es ruta imprescindible que visitar si viaja a centroeuropa. En este paseo por la ciudad alemana, bañada por el río Isar, nos vamos a centrar en uno de sus iconos: la cerveza. Ríos y ríos de cebada y espuma blanca muy fría, y un buen acompañamiento. Pasen y disfruten
La primera cita es el mercado Viktualien, donde se venden y compran productos llegados de todo el país y que se halla enla zona sur de la parte ‘vieja’ o histórica de Munich. Es fácil encontrar el típico pescado y marisco del Báltico y, sobre todo, una de las especialidades de la ‘casa’: la salchicha blanca (weisswürst), eso sí, mejor regada con una buena cerveza alemana.
Precisamente, a lo largo de las calles que circundan el mercado, se encuentra la cervecería más famosa, no sólo de Alemania, sino, yo diría, de casi todo el mundo: la fábrica Hofbräuhaus. Entre sus elaboraciones, cervezas tan conocidas como Löwenbräu o Paulander, y que han sido exportadas con gran éxito fuera de sus fronteras.
Las cervecerías abundan en el centro histórico y sus ‘biergartens’, lugares santuarios para los aficionados al ‘zumo de cebada’, donde la jarra más pequeña, es de un litro. Prueba de ese ‘infinito amor’ a la cerveza, es la Oktorberfest, un festival festín donde se rinde tributo a esta ‘vigorosa’ bebida.
El acompañamiento tradicional de la cerveza también suelen ser los pretzels, rosquillas con mantequilla y harina que se sirve como aperitivo en las cervecerías, aunque también pueden ser adquiridos en confiterías y pastelerías , durante su visita al casco histórico, en el que no puede faltar un paseo por Marienplatz, la Frauenkirchen y el Ayuntamiento, del que tendremos oportunidad de comentar en breve.
Vía |Oktorberfest