Las vías verdes son una oportunidad inmejorable para conocer nuestro entorno, poblaciones y parajes, que pasan casi desapercibidos para el turista que, en la mayoría de los casos, la única información que recibe, incompleta y superficial, del paisaje, proviene de lo que observa a través de la ventanilla de un tren o un coche.
Para reparar esta escasa ‘cultura rural’, desde hace algunos años, en España, se pusieron en marcha las denominas ‘Vías verdes’, vías de ferrocarriles ya en desuso, recuperadas para ser ‘pateadas’ mediante senderismo y cicloturismo. De los 1.700 kilómetros que ocupa esta enorme red verde, hemos escogido para esta ocasión, la vía verde de la Sierra de Grazalema (Cádiz).
Esta ruta ecológica tiene características muy interesantes puesto que discurre por un paraje natural de gran belleza, la sierra de Grazalema, y siguiendo el curso del río Guadalete, en plena ruta de los pueblos blancos. Partiendo desde la estación de Puerto Serrano, el recorrido (36 kilómetros) transcurre por cinco estaciones de tren, cuatro viaductos y 30 túneles. Aunque puede hacerse a pie, es igualmente recomendable agenciarse de una buena ‘bici’ y pedalear hasta la zona conocida como Zaframagón, una de las buitreras más importantes de España y Europa.
Antes de llegar a este sorprendente lugar, la vía verde de la Sierra, pasa por Los Llanos de la Reyerta, donde pueden contemplarse el primero de una serie de molinos hidráulicos que salpican el recorrido.En Guadalporcún, la vía se separa del fluvial del Guadalete, para llegar a Coripe, otro punto importante de la ruta, lugar para almorzar si le apetece e incluso hacer acampada. Kilómetros más adelante, algún que otro buitre en el cielo, nos señala que estamos en el peñón de Zaframagón.
El centro de interpretación es un lugar privilegiado para observar las colonias de buitres leonados, mediante una cámara que, a través del jostick, le permite obtener imágenes muy definidas sobre nidos y hábitats de estas aves, luego reproducidas en una pantalla de grandes dimensiones. Desde su apertura,en 2006, el centro ha recibido numerosas visitas.
Toboganes, vaguadas,vías pecuarias, y la estación de Olvera, ahora un afamado hotel y restaurante, que conserva el sabor antaño de las viejas estaciones de trenes. Parada y fonda.