Ahora, que parece que los vuelos entre Madrid y Gibraltar podrían reanudarse, creo que es buena oportunidad para conocer más de la colonia británica. Situada ‘ a dos pasos’ de la localidad gaditana de La Línea de la Concepción, Gibraltar conserva algunos edificios que merecen la pena ser destacados.
En el año 1927, Lord Teingmouth, un empresario de la alta aristocracia británica, vio la posibilidad de ubicar un hotel en Gibraltar que diera servicio a los cientos de pasajeros de barcos que hacían la ruta con Nueva York, Londres o Singapur. Iniciativa que se materializó pocos años después, durante los años treinta. Hoy sigue preservando ese ambiente de hotel de entreguerras de sabor marinero.
La primera impresión al contemplar este edificio, es el de estar incrustado en uno de los salientes del Peñón. Como si de una atalaya se tratara, el Rock Hotel, ha visto pasar por sus habitaciones a personajes ilustres de la historia mundial.
Construido sobre los jardines de la Alameda, hoy Jardín Botánico, el Rock Hotel está decorado con un estilo ‘british’ de entreguerras muy característico, con marcado aire colonial y que destila ‘glamour’ con una buena dosis de ‘llanito’, (dícese del habitante de la Roca), muy diferente en su manera de vivir y relacionarse a la metrópoli británica.
Reformado en el año 2000, el hotel dispone de una amplia terraza, de la que disfrutar de las impresionantes vistas que ofrecen las montañas del Riff marroquí, y un nada desmerecedor restaurante, donde saborear la oferta gastronómica gibraltareña, pero en la que tampoco faltan productos típicos andaluces de la comarca campogibraltareña, vecinos históricos de la colonia. También puede visitar el casino y darse un chapuzón en la piscina, otro de los servicios que le ofrece.
Y desde cualquiera de sus balcones, contemplar una magnífica vista de la bahía, en el Estrecho de Gibraltar, uno de los mares más transitados para la navegación, de Europa y del mundo.
Vía|Sitio oficial