La revista Architectural Review (AR) ha distinguido a los dos arquitectos españoles que idearon el Hotel Aire, construído en las Bardenas Reales, como nuevos talentos emergentes. Su proyecto, ubicado en pleno desierto, es todo un ejemplo de ingenio arquitectónico.
Posiblemente haya oído hablar de este hotel. El edificio forma parte de un estilo que irrumpe con fuerza en la arquitectura, relacionado con el ‘reciclaje’. Se trata de construir a base de elementos no contaminantes, reutilizables y atendendo a materiales tradicionales como el vidrio o la madera.
En dirección a Tudela, localidad próxima, y en un campo de trigo, se alzan estas composiciones modulares prefabricadas, hechas con palets reciclados, y que ha otorgado a Mónica Rivera y a Emiliano López, los padres de esta ‘criatura’ una importante cantidad de premios desde que el hotel de cuatro estrellas está en pie.
Sus habitaciones, son sobre todo originales, con amplias cristaleras donde se divisa este casi fantasmagórico desierto cuyo poder de atracción es tal, que son muchos los turistas que han sido ‘atrapados’. De una sola planta, estas ‘cabinas’ que asemejan naves industriales, gozan de una gran popularidad en toda Navarra.
Otro ejemplo de arquitectura ‘renovable’ es la que pone en práctica Anna Heringer. La alemana construye empleando barro y bambú. Sus viviendas, en la localidad de Rudrapur (Bangladesh), ejemplifican como edificar a base de materiales nobles y baratos, adaptables a zonas deprimidas, pero que ayudan a mejorar la vida de estas personas. Sus viviendas con fosa séptica, también han sido reconocidas por AR.
Vía|El Pais