La Plaza Navona es uno de los lugares emblemáticos de Roma (Italia). Impresionada por artistas, y relatada por escritores y poetas, la ‘Piazza’ como se conoce en italiano, es un ejemplo de barroquismo, y que en estos días se ha hecho más famosa si cabe después de que la ‘fontana de los cuatro ríos’, haya sido restaurada.
Su parecido a un circo romano y el obelisco de Domiciano que se sitúa en medio de la plaza, la colocan como lugar imprescindible que visitar en cualquier recorrido turístico que se precie. Esa fama mundial, comparable a la Fontana di Trevi, confieren parte del sentido a la bella ciudad italiana. De considerables dimensiones, destaca la composición escultórica realizada por Bernini, a mediados del XVII.
Ejemplo del barroco más puro, el conjunto formado por cuatro estatuas de mármol que representan a los cuatro ríos más importantes de la tierra: Ganges, Danubio, Río de Plata y Nilo), es un ejercicio de sabiduría arquitectónica sin parangón. El creador supo darle una sensación de movimiento que sigue sorprendiendo al que la recorre a uno y otro lado. Utilizando una escala mayor a la realidad, las cuatro moles de marmol parecen adoptar posiciones distintas cuando se observan.
Hace pocos días la fuente volvió a salir del encierro forzoso a la que había sido sometida tras su restauración. Cerca de 6.000 horas de trabajo y 622.000 euros fueron necesarios para lograr que la fuente adquiera el esplendor de años pasados. La contaminación y los excrementos de las palomas habían ennegrecido la piedra que ahora recupera su color original.
Navona también posee otras dos fontanas, la de Neptuno y la del Moro, realizadas por Giacomo della Porta, famoso por construir la mayoría de las fuentes romanas.
Vía|El Pais
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