En la península de Yucatán, al sur de México, la ciudad muerta de Chichén Itzá abunda en ruinas de los siglos VII y VIII. La curiosa pirámide de Kukulkan, llamada “El Castillo”, domina una extensa región en la que se están estudiando numerosos restos mayas.
En la cúspide de esta pirámide de 60 metros se recorta todavía la silueta de un pequeño templo con apariencia de castillo, de donde procede el sobrenombre español a este monumento de los mayas.
La pirámide tiene 9 pisos construidos escalonadamente. Cuatro escaleras con 91 gradas o peldaños conducen al templo desde los cuatro lados de la construcción. En total suman, pues, 364 escalones, a los cuales habrá que añadir el que es preciso franquear para alcanzar la plataforma superior; o sea, en total, 365 peldaños correspondientes a los días del año.
Alrededor del castillo son visibles las ruinas de un palacio, de un observatorio, de un frontón y de numerosos templos en los cuales parece ser que se realizaran sacrificios humanos. ¿Y quién iba a ser sacrificado si no? Pues
una hermosa doncella vestida de blanco y adornada con flores. Y de vez en cuando, para no enfadar a los dioses (Chaac, dios de la lluvia), sacrificaban también a algún prisionero de alto rango.
Ha sido declarada recientemente como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo.
Si vas, asegúrate de llevar, además de una buena cámara de fotos, una gorra y mucha agua, porque el verano se hace notar allí, y más cuando hay cientos de turistas agolpados intentando salir en el mejor plano.
Críticas | tripadvisor
Wikipedia | Chichén Itzá
Más fotos | minube