No lejos de la frontera de España y Portugal, un gran puente construido por los romanos cruza el Tajo. Los árabes, cuando ocuparon el país, denominaron a esta obra “Al Qantarat” (el puente). La ciudad actual, Alcántara, en Cáceres, ha conservado ese nombre árabe.
Pese a deterioros parciales, el puente de Alcántara, todavía utilizado para atravesar el Tajo, conserva el aspecto que le dieron los romanos, sus constructores, en el año 106 d.C, durante el gobierno de Trajano.
Es el más alto de los puentes romanos: se eleva a cincuenta y seis metros sobre el nivel de las aguas, y tiene 6 arcos de estructura típicamente romana. En el centro del puente se levanta un arco de triunfo de catorce metros, que puede hacer las veces de puerta y cerrar el paso.
Un pequeño templo romano en la entrada del puente explica que fue construido por “Cayo Julio Lacer para que durara tanto como el mundo”. Dedicatoria que hoy en día no puede ser calificada de presuntuosa, puesto que el puente sigue en pie y prestando servicio.
A la derecha se encuentra la torre del oro, que servía como defensa adosada al puente. Es de forma cuadrangular en su base, aunque las esquinas son achaflanadas.
En 1475, en las batallas entre Castilla y Portugal, se pensó en derruirlo para evitar que Alfonso V lo cruzara. Sin embargo, se salvó, según parece, porque el portugués mandó decir a su enemigo el duque de Villahermosa que entraría dando un rodeo, pues “no quería el reino de Castilla con aquel edificio menos”. Toda una suerte para nosotros.
Se le considera hoy día uno de los puentes romanos más importantes de los que quedan en el mundo. Impresiona tanto visto desde arriba como desde abajo, desde la orilla del río, ya que la inmensidad y grandiosidad del puente es única.
wikipedia | Puente de Alcántara
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