Algunos pueblos prehistóricos hundían en el suelo grandes piedras verticales, los llamados menhires. Cerca de Carnac, en la región francesa de Bretaña, existen 1935 menhires, que forman hileras de unos 4 kilómetros de longitud. Eso le proporciona el título de mayor conjunto megalítico de todo el mundo.
En innegable que los menhires de Carnac son los restos de un conjunto mucho más vasto, testimonio de una civilización prehistórica. Los menhires, unos obeliscos muy bastos, pertenecen al neolítico, a los siglos entre XV y XX a.C.
Una leyenda bretona cuenta que un santo, viéndose perseguido, transformó en piedras a sus seguidores para salvarse. Lo cierto es que estas alineaciones, que se corresponden con la salida y el ocaso solar, debieron ser un verdadero calendario de un culto solar antiguo. Otros menhires aislados señalan simplemente la presencia de una fuente, de un cruce de caminos, de una tumba, etc.
La mayor concentración se estos menhires se localizan junto al caserío de Le Ménec, cerca de Carnac, donde se asientan un grupo de granjas rodeadas por una alineación de piedras en forma de elipse. El recinto tiene un total de 70 piedras con una altura media de 1,20 metros de altura.
El de Men-Er-Hroec’h, hoy mutilado, sobrepasaba los veinte metros de altura y pesaba trescientas cuarenta y siete toneladas. Nuestros antepasados, por lo visto, no regateaban esfuerzos.
Lamentablemente, hay zonas que por erosión natural o por la visita masiva de turistas, se encuentran en unas condiciones muy delicadas, por lo que solamente se le permite la entrada a gente acreditada como especialistas o cuidadores.
wikipedia | Alineamientos de Carnac y población de Carnac