Tiwanaku (o Tiahuanaco) es un conjunto de restos arqueológicos que se localiza en Bolivia, a unos 70 kilómetros de la capital, La Paz. Es Patrimonio de la Humanidad, según la Unesco, desde el año 2000 y, aunque no es demasiado conocido a nivel popular, lo cierto es que tiene una importancia enorme para el mundo de la Arqueología y la Antropología. Y es que Tiwanaku no es sólo un montón de piedras ruinosas, es lo que nos queda de lo que un día fue el imperio Tiwakanense, una civilización legendaria en la historia.
Algunos piensan que fue la primera cultura americana y que tuvieron bajo sus pies a otros pueblos que luego pasarían a ser protagonistas, como el tan conocido Imperio Inca. Éstos adquirieron algunos rasgos de su cultura y se nutrieron de sus costumbres.
En uno de los aspectos en los que más destacaban los tiwanakotas era en su dominio para la construcción. Templos, monolitos y edificios en los que usaban bloques de piedra tan perfectos y enormes que algunos creen que fueron ayudados por extraterrestres o que los propios tiwanakotas provenían de Venus, pues ningún ser humano podía hacer nada semejante.
Estas creencias poco científicas se han visto reforzadas por detalles que aportan cierto misterio a su historia. En algunos de sus edificios se pueden encontrar unos relieves con forma de caras humanas. Sin embargo, algunas de ellas tienen rasgos con unas proporciones extrañas, poco parecidas a las demás. Algunos consideran estos relieves como la firma de los extraterrestres a su paso por la Tierra.
Teorías para todo, pero el caso es que el origen y final de esta civilización aún siguen siendo un misterio.
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